No es nuevo lo de contratar detectives privados para vigilar las irregularidades que podamos cometer los trabajadores de esta empresa en el acto de nuestras funciones. Como siempre, se presupone que no somos de fiar.
Nos gustaría que en los informes que estos “agentes secretos” entregan a la Dirección, se reflejaran también los actos positivos y altruistas que realizan diariamente la mayoría de empleados de TUSSAM y que igual que nos envían las famosas cartas de amonestaciones o sanciones, también se nos reconociera el buen hacer en nuestro trabajo. Por otro lado exigimos el mismo trato de espionaje a los directivos y jefes de nuestra empresa.
¿O acaso no sabemos todos a lo que se dedican algunos en sus horas de trabajo?