Se ha iniciado un nuevo proceso de clasificación profesional. Es normal que la plantilla nos pongamos en guardia; los cambios siempre nos perjudican a los trabajadores, sobre todo, porque suelen ser para peor.
No es menos cierto que las sucesivas reformas laborales, y sobre todo esta última, nos deja a los trabajadores a los pies de los caballos. Pero debemos estar despiertos y atentos a la negociación pues no son los cambios en las funciones lo que debería asustarnos, sino la disponibilidad, la flexibilidad y versatilidad que más de un mando intermedio va a interpretar a sus anchas, entendiendo que cabe todo.
Tenemos que decir NO, debemos poner límites, pues van a aprovechar esta reforma para bajar los salarios de los futuros trabajadores de la compañía, creando compañeros de primera y segunda división. Es un chantaje, una bajada salarial a otrxs, luego vendrá la nuestra…