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Ante las elecciones, el voto más útil es la solidaridad y la lucha obrera

El próximo 28 de mayo habrá elecciones municipales en todo el país y autonómicas en casi todas las comunidades. Estas elecciones darán paso en octubre a las elecciones generales para el gobierno central. Y como estamos constatando la propaganda electoral y los medios de comunicación dejan a un lado los problemas reales de la clase trabajadora para ocultarlos tras la tergiversación intencionada y la falsificación abierta de informaciones por las listas electorales de Bildu. La derecha atacó a los socialistas y a la izquierda llegando a decir que en el gobierno de la nación gobernaba ETA.

Por otra parte Pedro Sánchez busca votos con acumulación de medidas más o menos sociales pero que no resuelven para nada los graves problemas, como por ejemplo tiene la sanidad pública. No sirve de nada decir que ahora van a aumentar los presupuestos para sanidad cuando hay una ley que permite la subcontratación con la privada de los servicios que no la ha eliminado. Esto es puro electoralismo: como si las elecciones fueran un mercado donde por un puñado de votos se vende un puesto de concejal o de diputado. Para más inri los grupos a la izquierda del PSOE, es decir SUMAR y Podemos se pelean por las listas y los puestos electorales; además sin un programa obrero que defienda los intereses de toda la clase trabajadora. La derecha hace su trabajo contra los trabajadores mientras que la izquierda se dedica a desmovilizar a la población vendiendo humo.

Son los barrios más pobres y los trabajadores y trabajadoras con peor situación quienes más se abstienen en las elecciones, porque para ellos -gobierne quien gobierne- no cambia nada; y realmente es así aunque este gobierno de “progreso” quiera disfrazar su legislatura con pequeñas medidas que no cambian realmente nada fundamental o son de un alcance muy limitado. El ejemplo más claro ha sido la reforma laboral. Ni siquiera han eliminado la que hizo Rajoy, totalmente lesiva para los trabajadores;  y con la ley en la mano se sigue despidiendo a mansalva, se cambia el contrato por obras y servicios por uno “fijo” discontinuo que sigue manteniendo la precariedad laboral. Para colmo, el último pacto sobre los salarios de CCOO, UGT y CEOE es un desastre: se pierde poder adquisitivo, no se recupera lo perdido desde hace años, mientras los precios siguen subiendo y llenando los bolsillos de las grandes empresas;  además las mutuas, que están en manos de la patronal, podrán decidir las bajas por enfermedad.

Se ha constatado que el gobierno de Pedro Sánchez con Unidas Podemos, aparte del talante progresista y de aspectos formales, no ha podido parar muchos desahucios, ni frenar la precariedad. Mientras que los beneficios empresariales y de los más ricos se han multiplicado, los salarios se han estancado y la precariedad laboral sigue siendo un cáncer para la clase trabajadora

La necesidad de un cambio social y económico se hace urgente para la clase trabajadora. Este cambio, ¿vendrá de las próximas elecciones con los nuevos partidos? Nosotros creemos que no. Los cambios reales solo podrán venir si luchamos por nuestros derechos. Estemos en paro o en activo, seamos albañiles u obreros del metal, pertenezcamos al funcionariado, trabajando en la dependencia o como limpiadoras, seamos empleados públicos, en la sanidad o educación, o en cualquier servicio municipal o autonómico etc., es decir los asalariados, la clase trabajadora, tiene que ser consciente de su papel fundamental en el funcionamiento de la sociedad; y ser conscientes también de que es la única clase social, que unida, puede resolver los problemas económicos y sociales que crea esta sociedad capitalista.

Para ello necesitamos organizarnos, movilizarnos y luchar. Pongamos en marcha nuestra memoria de la lucha obrera.  Si crees que hay que votar contra la derecha hazlo. Pero el voto no puede nunca sustituir a la SOLIDARIDAD Y LA LUCHA OBRERA.