Otro apretón más de tuerca, no se para de exigir más y más llamadas, ¿cuándo llegaremos al borde de saturación? Según la empresa, cuando nos pasemos las siete horas y media sin movernos del teléfono.
Además deberían de aclararse cuáles son los criterios a medir, tiempo de atención, número de llamadas, diferidas, reclamaciones… Somos trabajadores, no animales de carga a los que se les puede exigir más y más; no somos limones a los cuáles se puede exprimir siempre un poco más.
¡Menos exprimirnos y más cordura empresarial!