Miles de personas han recorrido España celebrando el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia de Género, el 25N, triste día que todavía hay que recordar habida cuenta que son ya 44 las mujeres muertas este año por violencia machista. Desde 2003, año en que se empezó a contabilizar de forma oficial, constan 972 mujeres asesinadas.
Se reclama por parte de muchos colectivos feministas el cumplimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, “con dotación económica, no con discursos ni golpes de pecho”; leyes específicas e integrales, prevención y estadísticas para las violencias no recogidas en la ley de 2004 sobre violencia machista; la reforma del sistema judicial con nuevos juzgados de violencia contra la mujer y el desarrollo y la mejora de los que ya existen; que se aplique el Convenio de Estambul (el acuerdo europeo sobre violencia de género) y se cumplan las recomendaciones de la CEDAW (la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer); un acuerdo universal contra todas las formas de violencia patriarcal en todos los ámbitos; la eliminación de la custodia compartida impuesta; o una política de prevención que incluya educación en igualdad.
Somos comunistas y revolucionari@ por ello combatimos toda forma de opresión, especialmente la opresión contra las mujeres, que son nada más y nada menos que la mitad de la humanidad. Por ello esta lucha también es la nuestra, pero la llevamos a cabo en tanto que comunistas, es decir, militantes convencid@s de que esta opresión no es inherente, no es natural, a las relaciones entre hombres y mujeres. La opresión de las mujeres aparece con el desarrollo de sociedades basadas en la explotación y la propiedad privada, y su emancipación no será posible sino poniendo fin a la última de estas sociedades de explotación: la sociedad capitalista.