La cultura de los EREs en Telefónica la tenemos muy interiorizada; de hecho una de las conversaciones favoritas es adivinar en qué año se producirá el siguiente. Los más atrevidos apuestan a final de este, otros a inicios del 2015, algunos incluso hablan de empleabilidad (palabra encantada para la empresa) más allá del 2020, si nos hubieran dado las olimpiadas.
Pero tenemos que entender que más allá de las condiciones en las que los compañeros se han ido marchando, no debemos dejar de pensar como colectivo de trabajadores que sólo vemos cómo se recortan nuestros derechos y cómo sólo pensamos en salir corriendo a la menor oportunidad para quitarnos de en medio.
Esta es nuestra debilidad y la fortaleza de la empresa, que es consciente que puede seguir apretando porque no estamos presionando nada y de que con algo que ofrezca lo cogeremos y saldremos corriendo.
¡No hay que olvidar que sólo la unidad nos permitirá hacer frente a lo que se nos viene!