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Las sucias declaraciones de Israel contra el pueblo palestino: “estamos luchando contra animales humanos”.

Hamás ha lanzado una operación militar contra Israel. Esas acciones causaron cientos de víctimas civiles y rehenes. Pero la guerra emprendida contra el pueblo palestino por parte de Israel viene de lejos.

Como respuesta el ministro israelí de defensa declaró: «He ordenado un asedio completo a la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia». Estas terribles declaraciones de intenciones ya están siendo cumplidas. Se habla ya de más de 500 palestinos muertos, población civil, entre ella, niños.  Según datos de la ONU, más de 123.500 personas están desplazadas por los bombardeos y más de 74.000 albergadas.

 Como decimos, la guerra no ha empezado ahora; Israel sostiene un bloqueo por aire, tierra y mar sobre la Franja de Gaza desde 2007, en la que más de 2 millones de palestinos viven hacinados y atacados permanentemente. La acción lanzada por el grupo Hamas se da en el marco de los ataques del Ejercito israelí que diariamente asesina, tortura, hostiga a millones de hombres, mujeres y niños palestinos, cuyos territorios están ocupados por las fuerzas israelíes, como es el caso de Cisjordania, o directamente asediados como Gaza.

Bajo el gobierno de Netanyahu y la extrema derecha religiosa, los asesinatos sistemáticos contra la población palestina se han incrementado, no solo en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, sino también contra los árabes que viven en Israel y son tratados como ciudadanos de segunda. Es esta situación de opresión la que hace de la zona un polvorín y lleva a una resistencia palestina desde hace más de siete décadas.

Así pues, sufren los dos pueblos, porque también los israelíes están pagando el precio de la política israelí de terrorismo de Estado permanente, mientras la comunidad internacional no solo mira para otro lado, sino que ayuda a Israel activamente, sobre todo EEUU. Por su parte, el nacionalismo y la violencia ciega de Hamás son un callejón sin salida, también para los palestinos de Gaza a los que dice defender y que sufren bombardeos igualmente ciegos de la aviación israelí.

Por ello decimos no a la guerra que conduce Israel contra los palestinos desde hace ya demasiado tiempo. Estamos del lado de la resistencia del pueblo palestino. Pero eso no implica compartir la estrategia y los métodos de Hamas, que tiene como objetivo establecer un Estado teocrático. Queremos una Palestina libre y socialista, y que los pueblos encuentren la forma de vivir conjuntamente en una fraternidad de clase que apagará los odios acumulados. Porque como desde siempre se ha dicho, un pueblo que oprime a otro, no puede ser un pueblo libre.