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La iglesia católica y Queipo de Llano

La Ley de Memoria ha obligado a la hermandad de La Macarena a la exhumación de los genocidas y asesinos Gonzalo Queipo de Llano y Francisco Bohórquez Vecina, dónde se exhibían sus tumbas desde hace 71 años. Fueron militares franquistas responsables de la ejecución y exterminio de miles de trabajadores y trabajadoras, firmaron miles de sentencias de muerte. En su currículum hay matanzas indiscriminadas contra civiles, violaciones masivas de mujeres, explotación laboral de presos, saqueos… tanto en Sevilla como en Cádiz, Huelva y Córdoba.

Para describir a estos “monstruos” dejémosle hablar al “virrey” de Andalucía, Queipo: «Vayan las mujeres de los rojos preparando sus mantones de luto», decía a través de Radio Sevilla. «¡Id preparando sepulturas! Yo os autorizo a matar como a un perro a cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros; que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda responsabilidad»… Matar ‘rojos’, violar ‘rojas’… «Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones…”

Sólo en Andalucía se asesinó a más de 45.000 personas y están localizadas 708 fosas comunes, cifra que supera las dictaduras de Argentina y Chile juntas.

La iglesia de la Macarena fue construida después de la guerra como símbolo de la victoria fascista para humillación de la clase trabajadora sevillana, sobre el solar que ocupaba un tradicional bar, Casa Cornelio, punto de encuentro y reuniones de trabajadores anarquistas y comunistas, que fue bombardeado en 1931.

¡Qué la impunidad y complicidad genocida dada por los dirigentes de la iglesia católica a los golpistas no caiga en el olvido, ni la exhumación, en estricto cumplimiento de la ley, les sirva ahora para blanquear su imagen y lo que han sido y son: cómplices de dictaduras sanguinarias, genocidas y torturadores!