Trabajadoras del SAD (Servicio de Atención Domiciliaria) están acampadas en Plaza Nueva, Sevilla, ante las puertas del Ayuntamiento, desde el 1 de abril. Están luchando por la municipalización del servicio, la dignificación de sus puestos de trabajo y el fin del lucro con los servicios sociales de la dependencia porque todo ello repercutirá en la calidad del servicio tanto para el personal como para los usuarios.
Este sector, en manos de empresas privadas, es uno de los más precarios, con condiciones laborales abusivas, donde en muchos casos tienen que trabajar sin protección y sin los materiales adecuados, con bajos salarios y contratos a tiempo parcial. Va siendo hora de poner fin a la privatización de un servicio necesario para los mayores y demás personas enfermas que apenas tienen recursos económicos para poder costear los cuidados.
De momento las compañeras de Sevilla están con ánimos para seguir acampadas y luchando el tiempo que haga falta; están recibiendo apoyos de diversos colectivos, trabajadores y estudiantes. No son las únicas que luchan, recordemos, por poner sólo un ejemplo, la huelga general llevada a cabo durante 40 días de las trabajadoras de SAD en Asturias, hace aproximadamente año y medio. ¡Este es el camino!
Muchos Ayuntamientos, de los que se autodenominaron “del cambio” dijeron querer recuperar este servicio, pero en esta lucha las voluntades no importan –se mueven muchos intereses y capital- sino la lucha y la presión que como trabajadoras hagan. Son las trabajadoras y trabajadores los que tienen la fuerza, sin ellos no funciona la dependencia. Y es la lucha de las y los trabajadores del sector la que está abriendo el camino.
Las y los trabajadores de los servicios públicos ven día a día como las privatizaciones de los servicios de mantenimiento, de parques y jardines, de sanidad y educación, de todos los servicios públicos, están en el orden del día desde hace años. Los servicios se dejan morir para después decir ¡no funcionan! Y privatizar.
Por ello es importante apoyar y extender lo máximo que se pueda la lucha de estas compañeras del SAD, que es su lucha pero también es la de todos y todas.