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Viva el 1º de Mayo, día internacional de los trabajadores

El 1º de Mayo es una fecha de lucha obrera que es necesario recuperar y defender ante la ola reaccionaria generalizada y los ataques a las condiciones de vida de los trabajadores y los más pobres. Mientras que al PP le salen másteres hasta por las orejas y los Borbones muestran sus trapos sucios, los jueces no dejan de criminalizar los actos de lucha en un intento de infundir miedo y que estemos todos tranquilitos. Por descontado en el mundo del trabajo los despidos y EREs se siguen sucediendo y la “recuperación económica” no se nota; el escaso empleo que se crea es precario y peor aún, se hace a costa de la destrucción del empleo estable y en condiciones mejores.

Desde luego el panorama no es muy halagüeño y en muchos trabajadores cunde el desánimo o el pensar que las cosas no pueden cambiar, que la sociedad capitalista es demasiado fuerte y que es una utopía pensar de otro modo. Y siendo cierto que la situación actual es difícil, no es menos cierto que en épocas anteriores se consiguieron muchísimas cosas y se estaba verdaderamente en peores condiciones laborales, sociales y personales de lo que estamos hoy día.

La historia del 1º de Mayo es sólo un ejemplo. A poder celebrar el 1º de Mayo, tener una jornada laboral de 8 horas diarias –cosa que parecía una loca utopía en su momento- se llegó por años y años de luchas, porque manifestarse el 1º de Mayo era hace sólo unas décadas un acto de heroísmo, ya que significaba el despido inmediato o la cárcel.
En su origen el 1º de Mayo está ligado a la idea de la Huelga General como arma de lucha de los que en realidad son indispensables en la sociedad: los trabajadores. Fue en EEUU donde comienza a tomar cuerpo la idea de huelgas generalizadas para conseguir la reivindicación de las tres 8: ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de cultura y ocio. Esta reivindicación, en principio minoritaria, fue prendiendo entre los trabajadores del mundo. Un ejemplo: en 1836 los mecánicos de Londres, que habían participado poco en el anterior movimiento por la reducción de la jornada laboral, hicieron una huelga de 8 meses. ¡8 meses!

El camino para llegar a las ocho horas fue muy difícil; tan difícil que se conmemora aún la fecha por los llamados “Mártires de Chicago”, trabajadores americanos anarquistas que fueron ejecutados por el gobierno como reacción a su lucha en 1886.

También hubo violentos incidentes en Barcelona y Valencia. La huelga fue efectiva en 40 ciudades. Dicen algunos historiadores que en Barcelona 100.000 manifestantes desfilaron con la bandera roja y de una manera tan pacífica, disciplinada e imponente que el general Blanco, capitán general de Cataluña, desde lo alto de la terraza de su villa quedó deslumbrado.

Hoy como ayer la situación de los trabajadores no ha cambiado en el fondo, la explotación capitalista sigue. Y hoy más que ayer la clase trabajadora ha aumentado en número en todo el planeta: somos el 90% de la sociedad. A pesar de todo, el 1º de Mayo no debe ser una fiesta, debe ser un día de lucha.

¡Desde Voz Obrera hacemos un llamamiento a nutrir las manifestaciones para que sea el comienzo de una movilización general que frene los ataques a los trabajadores de la patronal y de sus gobiernos!

¡Viva el 1º de Mayo!