Cada día son más los compañeros que piden trabajar los sábados y domingos, se apuntan al turno partido, optan por trabajar en semana santa, eligen la opción monetaria de sus DCL, DPD, cobran los asuntos propios, etc, etc, etc.
Estos son los síntomas de una degradación continuada de las condiciones laborales que sufrimos día a día todos los trabajadores de Tussam, y no podemos olvidar a los compañeros de la Bolsa que son los que se llevan la peor parte, con contratos al 75% de sueldo y 6 meses de trabajo en el año. Nos consta que algunos no cobran ni el paro.
¡A este ritmo vamos a tener que vender hasta nuestra alma al diablo, sin contar con el futuro de nuestros hijos, que ese sí que está vendido!