Se cumplen este mayo el negro aniversario del comienzo de los recortes iniciados por Zapatero a partir de la crisis económica de 2008. Rajoy no ha hecho más que aumentarlos. Sólo en sanidad y en educación el gobierno del PP ha recortado 10.000 millones de euros. Esto ha supuesto 62.000 trabajadores menos en la enseñanza en este último año y 178.000 trabajadores de la salud menos en estos tres años. Todo esto sin contar los recortes salariales de los empleados públicos, los despidos generalizados, los bajos salarios y la precarización del mundo laboral, la falta de recursos sociales, la subida de precios de los productos básicos, de impuestos directos e indirectos, cientos de miles de desahucios, etc. Esto nos ha llevado a más de 6 millones de parados – 2 millones más en el gobierno del PP- cifra que resume los efectos devastadores de estos ataques, de esta lucha de clase contra el pueblo trabajador.
En realidad estamos asistiendo a una catástrofe social que ha provocado lo que muchos llaman ya un estado de emergencia en todos los órdenes sociales y económicos, y no sólo habitacional, que está llevando el sufrimiento a millones de personas. Todos estos “sacrificios”, dicen los peperos, “tendrán hacia 2016 sus efectos positivos”. Lo que no deja de ser cínico pues si siguen con esta política nuestro destino será volver a las alpargatas y a los salarios míseros de los años 50 y 60.
La razón según estos gobiernos es que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, “gastando más que lo que ganábamos”. Durante algunos meses parece que coló en ciertos sectores de la población estos argumentos, de tal manera que el PP en las últimas elecciones generales se mantuvo en los 10 millones de votos, que por el sistema electoral, le dio la mayoría absoluta, aún siendo sólo el 30% del electorado del país. Es decir, decían que los culpables eran los trabajadores porque habían pedido créditos para comprarse una casa o un coche cuando tenían empleo y no caían en que “los pobres no podemos vivir por encima de nuestras posibilidades” y que siempre tiene que haber pobres y ricos.
Sin embargo, desde el gobierno de Zapatero, la banca ha recibido directa o indirectamente de 200.000 a más de 300.000 millones de euros en ayudas públicas, según los informes de la prensa económica, que todos pagaremos. La justificación del gobierno es el déficit presupuestario, o sea la deuda, que no es más que un negocio especulativo del sistema financiero. Con los miles de millones que han recibido los bancos del Banco Central Europeo a menos del 1% los especuladores han comprado deuda de los Estados al 4, 10 o 20% de interés, que pagamos todos los trabajadores europeos. Este es el engaño del sistema capitalista. La crisis provocada por el propio sistema la hacen recaer sobre las espaldas de la población mientras los responsables, bancos y grandes empresarios, son “rescatados”. Engaño que explica la corrupción del sistema político. Por ejemplo, el PP era financiado por las grandes empresas de este país para salvar sus negocios y proseguir el robo social de todos los trabajadores, mientras sus jefes cobran miles de euros en los consejos de administración de sus empresas.
La crisis está poniendo a cada uno en su sitio: los banqueros, empresarios y sus políticos en uno, y en frente la mayoría de la sociedad, los trabajadores. Y esta conciencia es la que nos llevará a frenar los ataques de esta sociedad capitalista que nos lleva a la catástrofe.