Esta vez coincidiendo con las cifras catastróficas del huracán paro, la ministra de la familia “monster” anunció que las empresas públicas y la Administración podrán despedir a mansalva a empleados públicos en las condiciones que la nueva reforma laboral recoge, con sólo una “insuficiencia” presupuestaria del 5% o del 7% en los dos años últimos. Es decir, simplemente con que disminuyan los presupuestos.
¡Ojo compañeros! ¡Tussam estaba ya en esas condiciones, ahora está más! Lo que se nos avecina es el despido barato de empleados públicos, y masivos. Y después tendrán el campo libre para la venta de las empresas.