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Nuevas alcaldías, nuevas esperanzas que sólo se harán realidad con nuestras luchas

El sábado 13 de junio tomaron posesión los nuevos alcaldes, expulsando al PP en la mayoría de las alcaldías. Las grandes ciudades del país han sido tomadas mediante pactos por las nuevas candidaturas, del PSOE y en Madrid, Barcelona o Cádiz por las candidaturas de «unidad popular».

La alegría se ha hecho patente el mismo día: miles de personas en Madrid, Barcelona, Valencia, Cádiz o Sevilla salieron a la calle a saludar los nuevos ediles y a abuchear a los salientes del PP. En Cádiz, por ejemplo, Teófila Martínez fue pitada e insultada después de salir del pleno. Todos los nuevos y nuevas alcaldesas han prometidos luchar contra la corrupción, contra los desahucios, la pobreza energética y alimentaria. En todos estos casos sus discursos han tenido como eje central la lucha contra la pobreza, el paro, la desigualdad, el rescate ciudadano, y el anteponer el ser humano a los intereses de los grupos empresariales.

En consecuencia, han expuesto públicamente su intención de atender al pueblo trabajador y a los mas pobres que están pagando esta larga crisis provocada por las grandes corporaciones financieras, las multinacionales y grupos empresariales que explotan sin piedad a la población trabajadora, para mantener sus beneficios.

Las nuevas elecciones han dejado claro que la mayoría de la población esta harta de las mentiras, el robo y los ataques a los trabajadores y mas pobres que Rajoy, el PP y todos sus gobiernos han realizado para beneficio de los mas ricos y de las grandes empresas del Ibex 35, que están ganado miles de millones de euros con esta crisis. Ahora quedan las elecciones generales donde una vez más, se votará contra el PP.

Ahora, más que nunca, tenemos que ser conscientes de que con buenas palabras e intenciones, no se pueden resolver las situaciones gravísimas que viven millones de familias de las clases trabajadoras y populares, con millones de personas en paro, con dos tercios de la población en precario o con salarios de miseria. Que son necesarias medidas de urgencia que vayan a la raíz de los problemas y que ello empieza con el trabajo.

El capitalismo vive una crisis histórica; es un sistema obsoleto que va de catástrofe en catástrofe, de crisis en crisis, sin poder mantener sus beneficios. El propio capitalismo ha desarrollado tanto la productividad, la tecnología, que será imposible que haya trabajo digno para todas las personas en sus sistema. Los salarios de miseria, los contratos parciales, no son más que la salida capitalista a la crisis para mantener sus beneficios.

Por ello hay que repartir el trabajo sin bajar los salarios creando empleo publico, expropiando los medios de producción, la banca y las grandes fincas y empresas a los ricos que son los que deben pagar la crisis porque ellos la han provocado. En consecuencia hay que ser conscientes de que ahora tenemos la oportunidad de salir a la calle, manifestarnos y exigir, el pan, el trabajo, la vivienda y la dignidad. Es el único camino: cambiar la relación de fuerzas a favor del pueblo trabajador.

¡Y así lo entendieron muchos colectivos en lucha que el sábado se manifestaron a las puertas de los Ayuntamientos!

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