La empresa Servimil, que ofrece servicios de limpieza a Carrefour Leganés (Madrid) dice estar en quiebra y no se hace más cargo del servicio. Carrefour, en contra del convenio del sector, ha decidido no subrogar a las trabajadoras, e internalizar la limpieza. De esta manera las antiguas trabajadoras se quedan en el paro y la actual plantilla de Carrefour tiene que cubrir esa limpieza.
Mientras se destruyen puestos de trabajo, se sobrecarga a los currantes que quedan (nos aprietan hasta que reventemos…) ¡qué buen negocio para el capital!
Como respuesta, las limpiadoras llevan más de medio mes en huelga y protestando en la puerta de Carrefour, reclamando conservar sus puestos de trabajo y que no le inflen el trabajo a los compañeros y compañeras de Carrefour. Se han concentrado cada día en la puerta gritando fuerte por sus derechos y concienciando a los clientes. ¡La lucha obrera es el camino!
El pasado día 17 no les dejaron entrar en sus puestos de trabajo, dejando claro que estaban despedidas, acabando así la huelga (se va a demandar a ambas empresas).
Estos hechos no son algo aislado de Carrefour Leganés, ni de España, sino que se enmarcan en un ataque generalizado de la multinacional francesa para aumentar sus beneficios a costa de sus trabajadores y trabajadoras de todo el mundo. En Francia, el país vecino, ya han habido multitud de movilizaciones en muchas ciudades.
Es necesario que toda la clase trabajadora se una y luche porque tenemos los mismos problemas. ¡Juntas golpeamos más fuerte!