Ante la nueva reforma laboral es hora de preparar una verdadera respuesta, una respuesta general, ofensiva, contestando a los ataques de esta reforma y de los que, seguro, van a venir. Hasta ahora hemos vivido muchas huelgas aisladas. Patronos y gobiernos pueden atacar estas huelgas pero es la hora de un ataque frontal, unido, es el momento -en un clima saturado de descontento- de decir NO. Sabemos que los dirigentes de los sindicatos tienen un papel de control de los trabajadores y que muchas veces no se
mueven como debían. Pero nosotros, en la base, militantes de cualquier sindicato, incluso delegados, sabemos que muchas veces hacemos lo que podemos para resistir a los ataques patronales. No es la hora de decir que los sindicatos no quieren, por parte de los trabajadores, ni tampoco de decir –por parte de los sindicatos- que los trabajadores no quieren moverse. Es la hora de participar en todo lo que proponen unos y otros y de unificar manifestaciones y huelgas para frenar a este gobierno de derechas que quiere acabar con los sindicatos, con las huelgas y con toda resistencia de la clase obrera.
mueven como debían. Pero nosotros, en la base, militantes de cualquier sindicato, incluso delegados, sabemos que muchas veces hacemos lo que podemos para resistir a los ataques patronales. No es la hora de decir que los sindicatos no quieren, por parte de los trabajadores, ni tampoco de decir –por parte de los sindicatos- que los trabajadores no quieren moverse. Es la hora de participar en todo lo que proponen unos y otros y de unificar manifestaciones y huelgas para frenar a este gobierno de derechas que quiere acabar con los sindicatos, con las huelgas y con toda resistencia de la clase obrera.

