Hace 80 años el ejército soviético liberó el campo de concentración nazi de Auschwitz, dónde 1.100.000 personas fueron asesinadas por los nazis. Las que no fueron gaseadas murieron por el trabajo forzado, las malas condiciones de vida o los malos tratos.
Auschwitz es un lugar de memoria y patrimonio de la Humanidad de la Unesco; también es una advertencia de lo que puede ocurrir cuándo se instauran en el poder personajes como Elon Musk, y su saludo, que tanto recuerda al saludo nazi, uno de los mayores símbolos del nazismo. Si el genocidio del pueblo judío está bastante estudiado lo que no se conoce tanto son las múltiples conexiones del régimen y las grandes empresas: Kodak, Bayer, Coca Cola, Wolkswagen, entre otras, financiaron y apoyaron al régimen nazi.
Hoy, muchos políticos han ido a celebrar el 80 aniversario, entre ellos, la neofascista Meloni y muchos otros que callan ante el genocidio palestino y tantas otras guerras que asolan el mundo.
Allí estuvieron también los Reyes de España, cuyos cargos son debidos al dictador, asesino y genocida Franco que, con la burguesía española, impuso la vuelta a la monarquía borbónica en la persona de Juan Carlos I. De sus bocas no se ha oído condena alguna a la dictadura franquista y al hecho de que España esté llena de cunetas y fosas, aún por descubrir. Deben pensar que no se muerde la mano que te da de comer.
Franco siempre se apropió del mito de haber salvado a 35.000 judíos. Mentira. A Franco sí le interesaba el dinero de “sus judíos”, los judíos de origen sefardí, pero mantuvo las fronteras cerradas para todos los que intentaban escapar de una muerte segura. Todos los trabajadores, la población en general, no debe olvidar el horror nazi, por mucho negacionista histórico que haya y por mucho que la derecha intente blanquear estos horrores, porque fue en un contexto de fuerte crisis capitalista, como el que vivimos en la actualidad, que estas ideas bárbaras pudieron progresar y engendrar el nazismo. ¡Ojo!