Pedro Sánchez autorizó la compra de municiones a una empresa israelí, involucrada en el genocidio palestino, por 6,6 millones de euros; este hecho se conoció en plena “Semana Santa”. Sumar e izquierda Unida denunciaron esta firma exigiendo una rectificación; incluso hubo alguna amenaza de ruptura de la coalición de gobierno. Acto seguido Pedro Sánchez ordenó la cancelación del contrato. Pero el ministerio de Defensa, -dicen- siguió adelante, a pesar de la rectificación de Sánchez. Ahora se pasan la pelota uno al otro presentado la cosa como una simple cuestión de descoordinación, sin mala fe. Todo para tapar que desde 2023 se han hecho contratos armamentísticos por más de 1000 millones de euros. Según datos del Centre Delàs, desde 2023 se han hecho 31 contratos, 10 de ellos en 2024. Ahora mismo habría 9 contratos de compra pendientes de cerrar. ¿También van a ser suspendidos? ¿No molestaron entonces estos contratos a los socios de gobierno?¡Teatro, del malo!
Los trabajadores del metal y sector aeronáutico que piensan que la carrera armamentística les va a beneficiar, pues habrá más pedidos, se equivocan; en medio de una crisis económica, comercial y bursátil como la que se está viviendo a nivel mundial, con los mercados internacionales reduciéndose, la guerras comerciales y la inflación aumentarán los precios, lo que bajará los salarios. Igualmente, como el rearme se hace con dinero público, la sanidad y los servicios públicos se deteriorarán más y tendremos que pagar también por ellos. Además los capitalistas invertirán en armamento y dejarán otras ramas de la producción, con lo que crecerá el paro en esos sectores.
Aumentar el gasto militar, aumentará la deuda estatal, que seguirá pagando la clase trabajadora en su conjunto, vía bajadas de salarios, subidas de impuestos, etc. Y esto por no hablar que más temprano que tarde, serán ellos mismos, sus hijos o nietos los que serán alistados en una guerra que no es la suya. ¡Los trabajadores solo pueden confiar en sus propias fuerzas! ¡Si queremos la paz, acabemos con el capitalismo!