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El capital financiero trata de asfixiar al pueblo griego

Ha bastado el anuncio de Tsipras de convocar un referéndum para que todos los gobiernos al servicio del gran capital anuncien el fin de los tiempos, la salida de Grecia de la UE, del euro y la hecatombe para los griegos.

Juncker, el presidente de la comisión europea, es decir el gobierno de la Unión Europea, ya ha dicho que por la simple convocatoria del referéndum Grecia no va a contar con el dinero necesario para seguir con sus pagos y han obligado a cerrar provisionalmente los bancos y a lo que se llama el corralito, pudiéndose sacar solo 60 euros por día.

Sin embargo para los españoles, a decir de Rajoy, para los franceses o alemanes y así de gobierno en gobierno, no hay problema; este es para los griegos, no para los demás.

Todo el problema radica en que Grecia tiene que pagar una deuda –impagable- con los llamados prestamistas, bancos, Estados y FMI que exigen medidas económicas a Tsipras que hundirían aún más al pueblo griego en la miseria. Medidas que garanticen el cobro: he ahí el chantaje. A cambio de subir el IVA, bajar las pensiones, los salarios y más recortes se prestará el dinero que el país necesita. Dinero que volverá a servir para pagar deudas atrasadas y significará mantener una deuda sin poder nunca saldarla.

Este es el verdadero significado del robo de los banqueros a los griegos: te presto dinero para seguir pagando deuda que seguirá hinchándose para seguir en manos de los banqueros y usureros que ahogarán cualquier posible salida.

Así pues, el problema no es no pagar la deuda, el problema es que te endeudas para pagar deuda, la deuda se convierte en más deuda y no se sale nunca de ella. Esta situación solo beneficia al usurero y solo perjudica a los griegos, que serán muñecos en manos del capital.

Cuando convoca referéndum Tsipras está buscando el apoyo del pueblo para frenar a los especuladores y conseguir negociar en mejores condiciones que no ahoguen más a los trabajadores y clases populares. Ya ha hecho muchas concesiones y posiblemente ahora aceptará aún más.

Es indignante saber que fueron los estados europeos los que, desde 2008 con la crisis, asumieron la mayor parte de la deuda helena para salvar a sus bancos de la quiebra. Deuda que no contrajeron ni los trabajadores, ni las clases populares griegas que han sido los paganos de una crisis que solo ha beneficiado a los grandes financieros.

El capitalismo financiero está ahogando al pueblo trabajador europeo haciéndole pagar con recortes sociales, salariales y desempleo una crisis que no hemos creado. Los capitalistas, Juncker, Rajoy y toda su caterva de políticos saben que la deuda griega es impagable. Pero a través de Grecia avisan al resto de pueblos europeos que hay que someterse a la ley del capital, hay que engordar los beneficios, los intereses de los usureros antes que las necesidades humanas y los derechos sociales.

Por ello tarde o temprano no habrá otra solución que derrocar este sistema económico que ceba al banquero, al gran empresario y explota al pueblo trabajador.