A principios de marzo, los maestros y el personal de los colegios de Virginia Occidental se pusieron en huelga. Los colegios permanecieron cerrados durante 9 días. Su huelga activa, con algunas concentraciones importantes en la capital del Estado, les permitió imponer un aumento salarial del 5%. “Queremos ser un ejemplo para otros maestros en todo el país”, declaró entonces un huelguista. En Oklahoma, Arizona y Kentucky, ya es una realidad.
En todos estos Estados los trabajadores del sector público vieron sus sueldos congelados o disminuidos a raíz de la crisis financiera del año 2008. Durante 10 años, ellos tuvieron que aguantar sacrificios mientras que las autoridades seguían regalando dinero y subvenciones a las empresas y los más ricos. Aquello se pagó con una disminución de los sueldos, hasta tal punto que hay maestros que tienen que buscar otro trabajo durante los fines de semana. En California, hay maestros sin techo que duermen en su coche, ya que con un sueldo de 2.500 dólares no pueden alojarse en una zona donde, por la especulación inmobiliaria, los alquileres más modestos valen unos 2.000 dólares.
En Arizona el gobernador, que había anunciado una subida de los sueldos del 1%, tuvo que rectificar su postura por miedo a una huelga como la de Virginia Occidental. Ahora propone un 9% este año y un 10% el año que viene. Aun así, no es imposible que los maestros se pongan en huelga ya para obtener un 20% de subida salarial. En Kentucky el gobernador difamó públicamente a los maestros en huelga, diciendo que abandonaban a los niños, que podían ser víctimas de predadores sexuales. Luego tuvo que pedir disculpas, y los diputados y senadores del Estado votaron una subida del IVA local y de las tasas sobre el tabaco, supuestamente en beneficio del presupuesto educativo. ¡Desde luego incluso cuando se ven obligados a satisfacer ciertas reivindicaciones, a estos políticos ni se les ocurre que puedan pagar los ricos!
En Oklahoma, en el año 2015 las autoridades habían reducido los impuestos sobre plusvalías, restando más de mil millones a las arcas públicas, mayoritariamente en beneficio de aquellos cuyos ingresos superan un millón al año. En consecuencia, 1 de cada 5 colegios cierra un día a la semana para ahorrar dinero, y los sueldos se ven mermados en proporción. En abril, nueve días de huelga masiva de los maestros, apoyados por los padres y los alumnos, les permitió obtener una subida salarial de 270 euros mensuales, y 60 euros para el resto del personal. Ese éxito parcial bastó para que los dirigentes de los sindicatos llamen a volver al trabajo, a pesar de que había maestros que querían seguir en la lucha. De hecho, estos dirigentes, vinculados al Partido Demócrata, intentan encauzar la ira de los maestros hacia las próximas elecciones de noviembre.
Probablemente Colorado sea el siguiente Estado donde se movilicen los maestros. Allí tienen que pagar ellos mismos su material, que el Estado ya no provee. Quizás también en Indiana, donde los sueldos bajaron un 17% desde el año 2000, aunque allí los trabajadores del sector público no tengan legalmente derecho a huelga.
Después de años de austeridad, los trabajadores de la enseñanza han pasado a la ofensiva para mejorar sus sueldos y que los colegios tengan una financiación a la altura de las necesidades de la población, sin sufrir las consecuencias de las rebajas fiscales concedidas a los ricos.