La semana pasada, en Irán, una joven kurda de 22 años fue detenida en Teherán por la «Policía Moral”, acusada de no llevar bien el velo –la yihad-, que debe cubrir el cabello y el cuerpo de las mujeres. Según parece fue golpeada dentro de la furgoneta policial y al día siguiente hubo de trasladarla al hospital porque entró en coma; murió a los 3 días.
Muchos iraníes no creen la versión gubernamental de “paro cardíaco” y desde su muerte se viene dando una oleada de protestas contra el régimen iraní hasta el punto que el presidente, Ebrahim Raisi, promete que se va a investigar, lo que no le está impidiendo reprimir duramente las protestas de las calles; miles de mujeres y hombres en la calle gritan «Muerte a la República Islámica» en muchas ciudades del país, incluida la capital, Teherán. Filmadas por teléfonos, las mujeres se cortaron el pelo, se quitaron el velo y algunas lo quemaron.
La “policía moral” se encarga de imponer un verdadero dominio sobre las mujeres, al imponer el uso obligatorio del velo en público, pero también al prohibirles llevar abrigos cortos por encima de la rodilla, pantalones ajustados y vaqueros con agujeros, o ropa de colores vivos. Una mujer iraní publicó un vídeo en el que explicaba que, desde los 7 años, «si no nos cubrimos el pelo, no podemos ir a la escuela ni conseguir un trabajo…”
Esta presión religiosa contra las mujeres es una de las herramientas que permite al régimen iraní mantener su dictadura movilizando a sus tropas y sembrando el terror en la sociedad, en las mujeres, pero también en todos los pobres, contra todos los trabajadores. Y esto no es algo que nos estén contando sus tradicionales enemigos, los EEUU, sino que hay multitud de videos donde las protestas en las calles se ven clarísimamente. Entre ellos, los miles de estudiantes universitarios, que han exigido el fin de las políticas contra las mujeres al grito de “Desde Kurdistán a Teherán, todo Irán está sangrando.”
¡Solidaridad con est@s luchadores que, contando sólo con ell@s mismos, se rebelan valientemente por su libertad y su dignidad!