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¿Cómo responder a los ataques del gobierno?

     La situación económica y social se deteriora cada vez más para los trabajadores y las clases populares. Las respuestas de cada sector se realizan todos los días. Son muchas de ellas organizadas por los sindicatos locales, o por coordinadoras provenientes de asambleas. Hasta ahora este malestar social sale a luz como las setas en otoño. Pueden ser el preámbulo de explosiones sociales contra los banqueros, los grandes empresarios y su gobierno. Y como el río que se desborda hasta romper los diques, hay que juntar las correntías en un solo cauce.

     Los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT han agrupado a distintas asociaciones para formar la “Cumbre Social” que convocó la gran manifestación en Madrid del 15-S. Las cúpulas sindicales, que durante años han apoyado a los gobiernos que Zapatero ha formado y además han firmado todos los acuerdos antiobreros, se mueven más ahora contra los recortes de Rajoy. Es verdad que los ataques se aceleran y multiplican y que con Rajoy cada día es peor. ¿Pero qué quieren imponer CCOO y UGT a Rajoy? Exigen que se convoque un referéndum sobre su política, sobre los recortes. Es decir, que ponen todas sus fuerzas y a multitud de personas en la calle luchando, para exigir… ¡un referéndum!

     Pero si hay miles de personas en la calle luchando contra los recortes, la perspectiva que deben tener es convencer a su vecino, a sus compañeros, de hacer que se acerquen y que luchen. Para que paso a paso seamos más en la calle para resistir.

     Desde las luchas de sector hay que ir unificando las movilizaciones hasta construir una movilización general y permanente hasta que el gobierno de marcha atrás en sus recortes o lo echemos abajo. Expresar el deseo de una huelga general obedece a una necesidad, pero que se queda ahí, en el nivel de los deseos. Construir la huelga general en condiciones significa ir lucha por lucha, movilización por movilización, unificando, coordinando y organizando acciones cada vez más fuertes y unidas.

     Y para ello hay que entender que sólo es posible ganar y parar los ataques del gobierno y de los capitalistas si la clase trabajadora se une, a todos los niveles, y sus reivindicaciones se unifican en exigencias de empresa, de fábrica y de todas y todos los trabajadores.

     Y aquellas reivindicaciones que unifican a todo el mundo del trabajo son las que van en contra del desempleo y los despidos. Por ello, el reparto del trabajo sin bajar los salarios y la prohibición de los despidos, deben ser objetivos de lucha en todo el país.

     Para luchar juntos, además, es necesario coordinarse y organizarse sin imponer sectarismos y poniendo los intereses de todos los trabajadores por encima de los de cada uno, individual o de partido y sindicato. Y esta organización debe partir democráticamente de las asambleas para que se controle la movilización, en un frente único de trabajadores contra el paro, los despidos y los recortes.