La Audiencia de Palma ha decidido mantener como acusada a la infanta Cristina para juzgarla como cooperadora de dos delitos fiscales cometidos junto a su marido, Iñaki Urdangarín. Así pues veremos por primera vez sentado en el banquillo de los acusados a un miembro de la casa real, lo cual es placentero, visto lo visto.
El juicio se retoma el 9 de febrero, y en él veremos además de a la hermana del rey a otros 16 procesados. La infanta ya ha aportado un informe donde reconoce que se podría haber lucrado en 347.712 euros y que de ser absuelta los devolvería. Para retorcer el rizo del cinismo la infanta ya ha presentado un escrito de protesta alegando indefensión y falta de garantías para un juicio justo… ¡por no aplicarle la doctrina Botín! ¡Mayor cinismo no cabe!