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A PROPÓSITO DE LA CARTA DE PEDRO SÁNCHEZ | CONTRA LAS MENTIRAS DE LA DERECHA, EL APARATO DE ESTADO Y LA FALSA IZQUIERDA, SÓLO HAY UNA SALIDA: LA LUCHA OBRERA

 

La carta a la opinión pública de Pedro Sánchez denunciando el acoso mediático de la derecha y judicial sobre su mujer y su familia, ha polarizado al país. Explica en la carta la necesidad de «dar una respuesta sosegada» ante los ataques que está recibiendo. Como apareció publicado en los medios, un juzgado de Madrid abrió diligencias contra Begoña Gómez, su esposa, a petición de una organización ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción. En la carta pública dirigida a toda la “ciudadanía” se pregunta “¿merece la pena todo esto?” Y responde “sinceramente, no lo sé. Y continúa diciendo que “este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa”. La carta plantea su posible dimisión y termina diciendo “el próximo lunes, 29 de abril, compareceré ante los medios de comunicación y daré a conocer mi decisión”.

Lawfare, los bulos de la derecha, y la corrupción sistémica del Estado capitalista

Es un hecho que la derecha y la extrema derecha han utilizado su poder en el aparato de Estado, funcionarios, jueces, policías, militares…, para desacreditar al presidente del gobierno a base de informaciones falsas, insultos a través de los medios de comunicación que están en sus manos, y el llamado lawfare. El término significa utilizar el aparato de justicia para desacreditar al contrario. Los políticos de la derecha lo utilizan continuamente. Todos sabemos que el aparato de Estado es una maquinaria en favor del mantenimiento de la burguesía y del capitalismo por ello sus funcionarios son, en su inmensa mayoría, personal de élite siempre a favor del capital. Cuando alguno de ellos se sale del tiesto, como hizo el juez Baltasar Garzón, con la defensa de la Memoria Histórica, es defenestrado. Todos conocemos los casos de la “policía patriótica”, Villarejo y cía, los casos contra Podemos etc., etc., etc.  En el caso de nuestro país, el pasado franquista pesa en todo el Estado ya que ni siquiera hubo una depuración del aparato judicial y represor.

Los casos de corrupción que salen a la luz de forma endémica muestran las conexiones de políticos, funcionarios y jueces con las grandes empresas y sus negocios. La derecha con el PP y Vox al frente han hecho del ataque personal y judicial a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Irene Montero… y en especial a Podemos el centro de sus ataques y de lawfare. Lo que está sufriendo Pedro Sánchez es simplemente el acoso de las políticas de la derecha y de la extrema derecha para, a través de la falsificación de la realidad política y lo que, parece, acusaciones falsas, desprestigiar al gobierno de turno para llegar al gobierno. Pero no tenemos que olvidar que políticos del PSOE han estado directamente ligados a la corrupción endémica del Estado capitalista. Y no podemos olvidar que en la sociedad actual, son las grandes empresas y los grandes capitales quienes dominan la sociedad porque el sistema funciona para ganar dinero. Poderoso caballero es don dinero, y por tanto la corrupción es sistémica, endógena, al sistema capitalista.

Sin embargo ¿qué pretende Pedro Sánchez con esta carta?

Las primeras reacciones no se han hecho esperar, desde el PNV a Junts, desde Sumar a Podemos han apoyado a Sánchez conminándole a que siga en el puesto. El expresidente del PSOE Zapatero ha llamado a las bases a apoyarlo y ya hay convocadas concentraciones de apoyo en la calle y recogidas de firmas. De hecho se ha formado de facto un “frente democrático” contra la política del PP y Vox. Y aunque el PP siga acusando a Sánchez de hacerse la “víctima”, de robar y corrupto, la consecuencia es evidente: va a concentrar el apoyo de su electorado y más allá de él. Si la derecha utiliza estas armas y los bulos de la extrema derecha para ganar y recuperar su electorado, que se le había ido a Ciudadanos y Vox, el PSOE puede conseguir esto mismo ahora a su izquierda.

Entonces para la clase trabajadora y las clases populares, ¿qué opción tomar?

Los trabajadores y trabajadoras sabemos que la patronal y su sistema capitalista con sus negocios y dinero dominan el aparato de Estado y gestiona directamente o indirectamente el gobierno. Sabemos también que el PSOE ha sido y es la rueda de repuesto de la patronal y del capital. Los y las trabajadoras no podemos confiar en estas “ruedas” de repuesto, solo podemos confiar en nuestras fuerzas y la solidaridad de clase porque la única solución es cambiar de coche. Los capitalistas prefieren a la derecha para seguir explotando pero, no les amarga un dulce si los socialistas con sus apoyos a la izquierda gobiernan haciendo su política de privatizaciones, deterioro de la sanidad y servicios públicos, precariedad laboral y pérdida de poder de los salarios etc. La clase trabajadora solo tiene una salida: defenderse con la solidaridad, y construir una voz obrera, una organización obrera para la lucha, por sus reivindicaciones contra la patronal y el capital.