En esta entrega de la oligarquía española presentamos a Juan Roig, famoso y populista empresario presidente de Mercadona, la cuarta fortuna española. Dueño de la primera distribuidora alimentaria española y la cuarta fortuna del país, 3.900 millones de euros, según Forbes. Nace en Poble Nou, Valencia, 1949 en una familia franquista dueña de una granja de cerdos que engordaba y que posteriormente desarrolló el comercio cárnico a través del grupo Cárnicas Roig. Su padre Francisco Roig poseía en 1978 un patrimonio de 2.400 millones de pesetas.
Burgueses enriquecidos por el franquismo
En su biografía “Juan Roig, el emprendedor visionario” cuenta como el padre obtuvo licencias de los altos cargos franquistas para supervisar la salud del ganado porcino en la zona, lo cual le permitía tener poderes absolutos para sacrificar los cerdos. Así se hizo rico. Como todas las fortunas que se fraguaron durante el franquismo las relaciones con las altas instancias de la dictadura eran muy cercanas. Así se cuenta que a la boda de Francisco Roig Alfonso, hermano de Juan Roig, en 1962 se invitó a Bernardo de Lassala, gobernador civil y presidente de la diputación de Valencia, a Adolfo Rincón de Arellano, alcalde de Valencia, Joaquín Hernández, delegado provincial de los sindicatos verticales de Valencia. La cercanía de la familia Roig con las altas esferas continuó en la Transición; en el año 1979 la COAG denunciaba que el ministerio de Agricultura entonces dirigido por Fernando Abril Martorell beneficiaba a Cárnicas Roig en detrimento de otras empresas al no abrir las exportaciones de carne a otros beneficiarios, ya que la empresa de los Roig se quedaba con el 80% de la exportación.
Según su biografía oficial compra junto a su mujer y sus hermanos a su padre la cadena de supermercados que había creado y comienza el emporio Mercadona. Actualmente cuenta con más del 28% de la cuota de mercado español, el grupo alimentario superó en 2024 los 1.384 millones de beneficio neto, con una facturación de 38.000 millones. Tiene 1.681 tiendas en España y emplea a 104.000 trabajadores.
El populismo del “esfuerzo”, para ocultar la explotación obrera
La clave de su negocio es la copia de la política de Siempre Bajos Precios (SPB) modelo de éxito de la cadena estadounidense Walmart, cuyo lema era ‘Every day low prices’ (cada día precios bajos). Su publicidad personal presenta el “esfuerzo” por ganar dinero y trabajo como la palanca del éxito. Es el típico empresario que se reivindica como triunfador por el esfuerzo individual. Naturalmente esto es una mentira. Juan Roig obtuvo su fortuna a partir de la de sus padres con ayuda de los gerifaltes franquistas y después de la explotación de sus trabajadores. Resulta curioso que se diga que “su” esfuerzo le hace ganar dinero cuando es un colectivo de más cien mil trabajadores los que producen.
A pesar de todas las medallas y honores recibidos, tanto en época de socialistas como populares, Roig explota a sus trabajadores de una forma bárbara. Gerardo Grande presidente del comité de empresa de Mercadona en Cantabria denunció en el Congreso de diputados esta explotación. Precariedad laboral, salud laboral, conciliación etc. son características de esta explotación. Textualmente dijo: “No se respeta ningún tipo de ley. Es el salvaje Oeste”. El sindicato CNT de Euskadi denunciaba que “tras más de una década de lucha dentro de Mercadona sabemos que es la política de la empresa presionar y acosar a la plantilla para que no haga uso de varios derechos “ y CGT ha denunciado también la situación. Encima mientras dona millones para la DANA, obligó a sus trabajadores a trabajar en plena alerta roja.
Juan Roig financia a sus políticos
Y las relaciones políticas con la derecha salieron a luz con los papeles de Bárcenas. Reconoció que donó a FAES, la Fundación de José María Aznar, a la que regaló en dos ocasiones (2005 y 2012) la cantidad global de 100.000 euros. Y también con los socialistas desde la época del presidente valenciano Juan Lerma.
Está claro que desde su poder y dinero, como el resto de la gran burguesía, Juan Roig controla a los políticos y sus gobiernos que son marionetas de sus intereses. Es la democracia capitalista.

