El escándalo en los cribados del cáncer de mama en Andalucía sigue en pleno auge. Las últimas noticias del diario El País indican, que el origen de la desaparición de las notificaciones a las mujeres, fue la subcontratación; al parecer estas fueron subcontratadas con una empresa privada, que después no notificó. La Fiscalía Superior de Andalucía dice que va a iniciar diligencias para investigar los posibles “errores”, que son miles. Que se investigue, muy bien, pero no son errores, sino recortes, decisiones políticas para darle a las empresas privadas dinero público.
Y por si la cosa no fuese suficientemente grave, el consejero de Sanidad, el “pepero” Antonio Sanz, llegó a pedir a las mujeres de AMAMA, la asociación gracias a la cual se está conociendo el problema, que dejaran de “lanzar infundios”, aunque horas más tarde el propio SAS reconocía que una caída del sistema de Clic Salud había impedido “temporalmente” acceder a las pruebas. Pero días después, restablecida la caída, muchas mujeres se toparon con la maniobra criminal que sus mamografías ya no tenían la marca que indicaba que su lesión era sospechosa, o desaparecía el nombre de su radiólogo.
El cribado ha fallado porque los recortes y la privatización matan. Mantener la salud pública en condiciones dignas es imposible tras décadas de recortes, hechos tanto por PSOE como PP. Con el deterioro de los servicios públicos buscan propiciar los seguros privados, esos mismos que a la hora de la verdad, ante casos u operaciones graves, terminan remitiendo a la pública.
Esta situación lleva años y responde a la estrategia de los capitalistas que, ante la crisis en otros sectores, quieren hincar el diente en la tarta de la sanidad, que es muy golosa. En España 1 de cada 4 personas en la actualidad tienen un seguro de salud privado; la mitad de los más de 400 hospitales privados existentes tiene algún tipo de concierto con la Administración.
Y he aquí las consecuencias…
Ante esta situación el pasado 26 de octubre miles de personas se concentraron en Sevilla ante San Telmo para denunciar el desastre causado por la Junta en la sanidad pública. Entre los asistentes se oía una y otra vez gritos de “Sanidad pública y de calidad” o “Juanma Moreno, no te queremos” y podían verse pancartas con “No es un error, es tu privatización. Bonilla dimisión”; “ansiedad provocan vuestras políticas”; “Moreno Bonilla, tu política es un deSAStre”; Moreno=Mazón. Vuestra mala gestión nos mata”…
Por si fuera poco, ante los mencionados retrasos en las notificaciones la Junta se desdice una y otra vez y ya van tres versiones; cuando comenzaron las denuncias la Consejera Rocío Hernández trató de reducirlas a unos pocos casos, luego el 2 de octubre pasado, tan solo 22 días después la misma Rocío, antes de ser “dimitida” las elevó a 2.000 y ahora el nuevo consejero Antonio Sanz dice que son 2.317.
El Ministerio de Sanidad ha reclamado a las CCAA información sobre los cribados para hacer en palabras de su titular Mónica García un “seguimiento exhaustivo” tras los retrasos en el programa de detección precoz del cáncer de mama en Andalucía. Las comunidades gobernadas por el PP se han negado en redondo a ofrecer esos datos con excusas varias: un ejemplo el de la Comunidad de Madrid que ha respondido que esa petición responde a una “estrategia de confrontación política y de distracción”.
Por su parte la asociación AMAMA registrará al menos 150 demandas individuales ante la Junta de Andalucía por los cribados del cáncer de mama de personas que han sufrido las consecuencias de los fallos del cribado del Servicio Andaluz de Salud.
Con los recortes y las privatizaciones se está jugando con la salud y la vida de las personas para que las empresas privadas hagan caja. Esos recortes llevan años haciéndose a nivel estatal y autonómico, con partidos de izquierda y de derecha así que no nos engañen de nuevo unos y otros. ¡Sanidad pública! ¡Expropiarla y ponerla en manos de los trabajadores!

