El 6 de noviembre pasado se producía el atropello de un ciclista por un autobús de TUSSAM; pocos días antes ocurría en el Prado de San Sebastián otro atropello de un peatón por parte de un autobús de CASAL.
El fenómeno de los atropellos empieza a parecerse al de los infartos a compañeros. Estos se están dando con demasiada frecuencia y sería estúpido achacarlos a la casualidad, todo tiene un motivo y un por qué. El estrés causado por la falta de tiempo en las vueltas o el mal reparto en las hojas de ruta pueden ser causa de estos males, o sin duda, influir.
¡Los accidentes y las enfermedades son impredecibles pero al igual que si juegas a la lotería, cuanto más números lleves, más posibilidades tienes de que te toque!