Sánchez ha anunciado un paquete de “contundentes medidas” en materia de vivienda, así contesta a la cumbre organizada por el PP en Asturias el fin de semana. Tales medidas “sin precedentes” ni son nuevas, ni han demostrado su eficacia. Se pueden resumir diciendo que son medidas de exenciones y regalos fiscales a propietarios, para rehabilitar viviendas vacías y “dificultar” el uso del piso turístico. Por ejemplo, pone a disposición un número miserable de 13.000 viviendas ahora y 17.000 en un futuro indefinido a través de la SAREB, y la creación en 6 meses, de una empresa pública de vivienda.
Su primera acción, dicen, 400 viviendas en Valencia por la dana ¡De más de 2000 inhabitables! De momento está por ver que se aumente el porcentaje de vivienda pública (3%) y que lo haga a precios asequibles.
En su comparecencia, Sánchez aludió en varias ocasiones al concepto de “alquiler asequible”, pero no concreta ni cuantifica el mismo; las organizaciones activistas en cuestión de vivienda lo cuantifican en una reducción al 50% de los precios actuales. ¿Estará el autodenominado “gobierno más progresista de la historia” dispuesto a legislar tal bajada, en consonancia a los sueldos? ¡Pues claro que no! ¡Han tenido ya 6 años para hacerlo!
“Insuficientes, erradas y cobardes”: así ha calificado el Sindicato de Inquilinas las “nuevas medidas” anunciadas por Sánchez. La organización considera que las medidas van encaminadas a «garantizar los beneficios de los propietarios» a costa de la estabilidad de los arrendatarios.
Aunque los socialistas se quieren desmarcar del PP, pues dicen que son los que nos llevaron a la burbuja del 2008, esta estalló con Zapatero y ningún gobierno socialista ha puesto coto a los intereses especulativos, aunque han tenido tiempo de hacer una política en materia de vivienda al menos un pelín más audaz. Y es que bajo todos los gobiernos, la vivienda no ha dejado de ser un negocio pues este es el funcionamiento normal del capitalismo. ¡Urge derribarlo!