Necesitamos retomar la lucha colectiva en defensa de nuestros derechos como trabajadores de la mayor multinacional de este país y donde sólo su presidente gana más de 200 veces el salario medio de todos nosotros y se blinda con un plan de pensiones que supone casi todo el ahorro obtenido con la suspensión de las aportaciones de la anterior prórroga.
Podemos frenar los abusos y desmanes de nuestro consejo de administración con la unidad de los trabajadores y la lucha sostenida. Mientras sólo esperemos unas prejubilaciones que no van a llegar y perder lo menos posible, nuestro destino entonces será el hundimiento como colectivo y trabajadores.