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¿Qué pretenden Trump y la extrema derecha mundial?

Las declaraciones y toma de decisiones de Trump están provocando muchas reacciones. Los grandes magnates de la industria, los multimillonarios de EEUU y del mundo, están apostando por el odio contra los inmigrantes, los pobres y atacar al mundo del trabajo. Hasta ahora, las bravuconadas de Donald Trump oscilan entre el amago, la amenaza y el golpe efectivo. Las claudicaciones de México o de Colombia son prueba de ello. La guerra comercial de Trump, subiendo aranceles contra los países latinoamericanos y China, y ahora la UE, no es más que la competencia exacerbada entre capitalistas para ganar dinero. Esta guerra no es la nuestra, puesto que el fin es explotar más aun a los trabajadores del mundo.

Las guerras comerciales son guerras de clase, contra el pueblo trabajador y son la antesala de conflictos bélicos. Y el ejemplo de ello está en el apoyo de Trump al genocidio del pueblo palestino y su expulsión definitiva de su tierra. Así Israel, apéndice del imperialismo norteamericano, tomaría el control de esa zona vital para los negocios de las grandes empresas. Trump busca así crear un clima de incertidumbre, miedo e inseguridad para imponer las medidas que facilitan esa política.

En general estas políticas de extrema derecha, de furia anti inmigrantes, proteccionismo y nacionalismo extremo, deterioro y privatización de los sistemas públicos de sanidad, educación, reducción de los presupuestos sociales de los más pobres, guerras comerciales y bajos salarios…, no son más que la estrategia de un capitalismo débil que no ha salido de la crisis mundial y financiera de 2008 y que necesita a toda costa mantener sus beneficios.

El sistema capitalista vive por y para los beneficios que obtienen al vender sus mercancías, después de explotar a la clase obrera mundial que produce todo. Para defendernos sólo tenemos una salida: la lucha obrera y la recuperación general de la movilización de toda la clase trabajadora nacional e internacional.