Saltar al contenido

¿Qué gana la clase trabajadora con los pactos de gobierno?

Los pactos para el nuevo gobierno están en marcha. Por una parte Feijoo, que sólo tiene a la extrema derecha de apoyo, prepara el debate de investidura. Con la negativa del PNV y de Junts de pactar con la derecha es casi imposible que obtenga la mayoría para formar gobierno. Serán los días del debate, 26 y 27 de septiembre y las jornadas previas cuando veremos la agitación y movilizaciones contra el gobierno de Pedro Sánchez.

El día 24 el PP ha convocado un acto. El eje de este será cargar contra la amnistía a los independentistas catalanes por el Procés, el intento de hacer un referéndum, aprobado por la Generalitat, y declarado ilegal por los tribunales; será el enfrentamiento nacionalista, la patria, la destrucción de la nación y de la Constitución monárquica y se ocultarán los verdaderos problemas de la clase trabajadora.

Para Pedro Sánchez y Yolanda Díaz el problema para obtener la mayoría y mantener la coalición de gobierno es otro. Los nacionalistas tanto vascos como catalanes, no apoyarían a las derechas y en principio, estarían en condiciones de negociar con Sánchez. El escollo está en Junts que pide la amnistía y un referéndum pactado. Estos nacionalistas, ¿estarían dispuestos a nuevas elecciones si no se llega a un acuerdo con Sánchez? Creemos que no.

Tenemos que tener en cuenta que las reivindicaciones de amnistía y referéndum sentidos y defendidos por un sector importante de la población catalana es un derecho político democrático, aún sin ser independentistas. Pero también decimos que tanto la amnistía como el derecho a decidir, serán vendidos por el nacionalismo catalanista, porque este es la representación política de la burguesía catalana que busca sus intereses pecuniarios, que son los mismos que la burguesía españolista.

No debemos olvidar que Junts y el PNV son la derecha, son la burguesía en Cataluña y País Vasco y éstas impedirían cualquier medida en favor de las clases populares. Propuestas en defensa de la clase trabajadora como por ejemplo, los salarios y su indexación al IPC, frenar la privatización de los servicios públicos (sanidad y educación) etc. estarían bajo el yugo de la derecha catalanista y por lo tanto de la burguesía.

No olvidemos el resultado de las “recetas” de la burguesía española a que nos tiene acostumbrado: el número de ricos (patrimonio superior a los 6 millones de euros) se ha incrementado en más del diez por ciento en el último año (datos de la AEAT). Las empresas no financieras duplicaron beneficios respecto de 2021 y la gran banca también aumentó sus beneficios superando los 20.000 millones. En 2022 los directivos del IBEX ganaron alrededor de 4,7 millones de euros anuales, unas 82 veces el salario medio de sus empleados. Y todo ello a costa de atacar el nivel de vida de la clase trabajadora.

Por ello una opción política de la clase trabajadora, debería exponer públicamente el programa de lucha obrera contra la gran patronal. Y ello es imposible con el actual gobierno de “progreso”, que se sitúa realmente… en el ala izquierda de la burguesía. Confiar en un nuevo gobierno de “progreso” y sus pactos con la derecha nacionalista sería preparar inevitablemente la decepción y a medio o largo plazo, el próximo gobierno de la derecha de PP y Vox.

Los y las trabajadoras no tenemos nada que ganar en estas componendas y solo nos queda la necesidad imperiosa de defendernos, luchar por un programa obrero, y avanzar en una alternativa de clase en la perspectiva de derrocar el capitalismo.