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Pedro Sánchez gana la moción de censura y echa a Rajoy, ¿qué ganará la clase trabajadora?

Pedro Sánchez ha sido investido presidente de gobierno después de la moción de censura aprobada con 180 votos. Los socialistas se decidieron a echar a Rajoy del gobierno una vez que se hizo pública la sentencia del caso Gürtel. Esta ha condenado a altos cargos del PP  y sus empresarios cercanos. El auto señala las declaraciones de Rajoy son poco “creíbles”, es decir, qué mintió y ha considerado probada la caja B del PP y a este beneficiario directo de la corrupción.
La situación de corrupción endémica viene de lejos. Todas las comunidades gobernadas por el PP, están desde hace años corrompidas con un robo sistemático del erario público. Los recortes públicos, las reformas laborales y los ataques generalizados a las clases populares son, junto a la corrupción, la obra fundamental de Aznar y Rajoy, pero del PSOE también y por supuesto de los nacionalistas catalanes.
Son cerca 90.000 millones al año que supone la corrupción según un informe de la CNMC y universidades. La mitad en sobrecostes de contratación pública del Estado. Sin embargo estas cifras son sólo la “comisión” del robo social que los grandes empresarios y capitalistas pagan a sus políticos para ganar más dinero. Son más de 217.000 millones de euros las ganancias de estos ladrones, sólo en el año 2017. Mientras tanto la pobreza, el paro, los despidos y la precariedad aumentan  entre la sociedad.
¿Por qué los socialistas han esperado hasta ahora para echar a Rajoy cuando lo mantuvo en el gobierno absteniéndose en su investidura? La razón está en los cálculos electoralistas de los socialistas que buscan credibilidad con el gobierno. Es su primer acto de campaña. Ciudadanos, por otra parte, busca la sustitución del PP a costa de su electorado como ocurrió en Cataluña. Para Sánchez será una oportunidad para rehacerse hasta las elecciones futuras que debieran ser, si no las anticipan, en 2019.
Pedro Sánchez no ha presentado un programa de gobierno detallado. Se ha limitado a un plan de emergencia para estabilizar el país, y preparar elecciones. Sus promesas de políticas sociales, eliminación de la ley mordaza, etc., se toparán con los presupuestos ya aprobados y que ha aceptado.
Todos saben que, aunque en el gobierno, Sánchez va a estar en precario. El PP le atacará con todas sus fuerzas. En el senado tienen mayoría y Ciudadanos hará frente común con él.
Por otra parte, Podemos, que recoge aspiraciones de las clases populares, ha apoyado echar a Rajoy sin condiciones. Es más Pablo Iglesias se ha puesto a “disposición del presidente” para si lo ve necesario incluirlo en el gobierno.
Entonces, ¿qué ganará la clase trabajadora a parte de echar a Rajoy? El problema de fondo no es echarlo, pues sólo puede venir más de lo mismo en la actual situación y crear ilusiones electorales es una falsa salida. En estos años las ilusiones electoralistas de miles de trabajadores fracasaron pensando que con Podemos podían cambiar las cosas o que simplemente votando se podrían solucionar los problemas.
Sin embargo, la crisis se ha hecho crónica, la precariedad se ha desarrollado y la pobreza de los trabajadores ha aumentado, mientras los beneficios de la patronal y de los más ricos no han dejado de crecer. Las administraciones estatales gestionan los negocios de los capitalistas y son estos los que en realidad gobiernan con PSOE y PP.
Fuera de ilusiones y engaños, los trabajadores y trabajadoras no tienen otra salida que la lucha en todos los ámbitos sociales. Cambiar a Rajoy por Sánchez es simpático, pero no servirá de mucho, pues los ataques no se frenarán sin movilización y lucha obrera.