Hace unas semanas Trump ordenó la destrucción de al menos cinco barcos venezolanos, matando a sus 27 pasajeros, acusados sin pruebas de tráfico de drogas. También ha amenazado a Gustavo Petro, presidente de Colombia. Según reveló NewYork Times, Trump autorizó a la CIA a invadir Venezuela y asesinar a Maduro; ha desplegado tropas en el Caribe y Puerto Rico.
¿Qué hay detrás de estas amenazas de Trump? Su lucha no es contra el narco, como dice, solo busca las riquezas de estos países y poner a su hombre o mujer en el poder como títeres a su mando. El imperialismo de EEUU quiere en el poder en Venezuela a María Corina Machado. Esta señora que, acaba de ganar el Premio Nobel de “Paz”, como propaganda para sustituir a Maduro, no puede ocultar su historia reaccionaria. Es una de las capitalistas más ricas de Venezuela, apoyada desde 2002 con fondos de la fundación de George Bush. Planificó el golpe militar en 2002 contra Hugo Chávez. Machado pidió que el ejército estadounidense invadiera Venezuela entonces, y también lo está pidiendo ahora.
Estados Unidos, “el país de las libertades” tiene una larga historia organizando golpes de estado contra regímenes en América Latina que no podía controlar completamente: Guatemala, 1954; Cuba, 1961; Brasil, 1964; República Dominicana, 1965; Chile, 1973; Nicaragua, en la década de 1980; Haití, … por poner algunos ejemplos.
El funcionamiento del imperialismo en el mundo nos lleva a la barbarie, como en Palestina. Su objetivo es imponer violentamente a “sus” gobernantes para controlar y apropiarse de los recursos naturales, como el petróleo de Venezuela y su mano de obra barata, para que la burguesía gane millones a costa de la opresión y explotación de los pueblos. La respuesta a estas agresiones no puede venir más que de la clase trabajadora organizada en la perspectiva de derrocar el capitalismo. Porque el futuro de la humanidad solo puede ser socialismo o barbarie imperialista.

