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La crisis de Bankia demuestra la crisis del sistema capitalista

     La bancarrota de Bankia anuncia la realidad de nuestro sistema financiero y muestra a las claras la naturaleza de la crisis económica del sistema capitalista. El dinero que se llevan los banqueros, y las empresas que despiden con  EREs o sin ellos, es el que el Estado y la patronal roba a los trabajadores con los recortes salariales, en Educación y Sanidad, con la subida del IRPF y de los precios, el paro y un largo etcétera de ataques.

     Desde el gobierno y los medios de comunicación han intentado culpabilizar a la población trabajadora de la crisis, diciendo que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que hemos gastado más de lo que tenemos. ¡Este es el cinismo de la derecha y de los banqueros! Como si los préstamos y las hipotecas que daban los bancos las hubieran dado gratis a personas sin recursos.

     La falsedad de esta afirmación se pone en evidencia con los desahucios. Los bancos prestaron dinero porque creían que los precios de las viviendas iban a crecer sin límites y si no se pagaban las deudas estaban los pisos. Consecuencia: familias desahuciadas y encima endeudadas para toda la vida.

     El sistema financiero está podrido;  durante años invirtieron en la construcción de viviendas porque con el crédito barato podían mantener una espiral de precios en ascenso. Sin ninguna planificación, en una locura irracional, se hicieron pisos a mansalva; cuando el límite del crédito internacional estalló por el hundimiento del banco Lehman Brother, por la estafa de las hipotecas basura – el ministro De Guindos era banquero de esta entidad en Europa-, se desencadenó la crisis financiera, el crédito se paró y la burbuja inmobiliaria española estalló.

     Ahora se cree que hay más de 200.000 millones de euros en lo que llaman “activos tóxicos” en los bancos. En lenguaje popular no son más que millones de euros de préstamos incobrables de las constructoras, inmobiliarias y familias. Los bancos se han quedado con pisos, terrenos y casas que en sus balances contables siguen con precios de antes de la crisis, imposibles de vender a tales precios. Y este es el problema. Los banqueros quieren mantener los precios de esos pisos y terrenos para seguir ganando dinero. Lo que está haciendo el gobierno no es más que darle dinero a los banqueros para que no pierdan los beneficios.

     En la crisis de Bankia se ve en detalle todo el sistema capitalista en crisis. El gobierno y los banqueros quieren salvar la quiebra y los beneficios de la burguesía a costa del dinero público, que pagaremos con los recortes y el paro.

     Sin embargo, hay otra solución a este desastre económico a que nos llevan los capitalistas y el gobierno. Habría que investigar a los banqueros y las cuentas reales de los bancos con los propios trabajadores de la banca que saben todos los robos que se han hecho. Habría que exigir que estas auditorias fueran públicas y reclamar responsabilidades penales de todas sus tropelías. Habría que impedir el cobro millonario de los gestores, y manteniendo el dinero de los ahorradores y de los pequeños accionistas, expropiar los bancos sin indemnización a los grandes accionistas exigiendo que devuelvan sus beneficios. Y con todas las viviendas y terrenos realizar un parque público de viviendas en alquiler o en venta a precios populares y asequibles.

     En definitiva, el problema de la crisis es quién la paga: ¿el pueblo trabajador o los capitalistas? En este dilema los trabajadores somos la inmensa mayoría y podemos imponer las medidas necesarias si nos unimos todos en la lucha.