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La corrupción del Psoe, del PP… es la corrupción del capitalismo como sistema

Otro “presunto” caso de corrupción y tráfico de influencias ha saltado estos días a la luz, golpeando esta vez al PSOE. Esta vez el ”tufo” viene de la mano del ex ministro de Transportes y actual diputado José Luis Ábalos y el caso “Koldo” pues la Audiencia Nacional está investigando una trama de comisiones y adjudicaciones públicas para la compra de mascarillas en lo peor de la pandemia.

Ábalos nombró como asesor a su ex chófer, Koldo García, uno de los “presuntos” cerebros de la trama, investigada ahora por organización criminal, blanqueo, cohecho y tráfico de influencias. ¡Mascarillas de oro y grupos empresariales que lo mismo venden armas que mascarillas!

Según la Fiscalía y según lo que estos días está trascendiendo, la trama intentó ocultar al menos dos millones de euros del dinero ganado con el negocio de las mascarillas. Así realizó entre octubre y noviembre de 2020 dos transferencias a una sociedad del Grupo Cueto por un importe de 1.045.326 euros y efectuó 12 traspasos a otra de las mercantiles del grupo por un valor de medio millón de euros. El dinero acabó en una sociedad radicada en Brasil.

Este nuevo caso de corrupción, salta poco después de lo recién acontecido con Alberto Garzón, ex coordinador de Izquierda Unida y ex ministro de Consumo en el “gobierno de progreso”, que tras haber pasado casi toda su vida política denunciando las puertas giratorias de los políticos, quiso aceptar el puesto de director general en la consultora Acento, especializada en asuntos públicos. Finalmente renunció al puesto ante el escándalo surgido entre sus propias filas.

Respecto a Ábalos, gran parte de su partido está pidiendo su dimisión, porque Pedro Sánchez quiere marcar la diferencia con la derecha del PP y sobre todo con el caso, similar, del hermano de Ayuso con las mascarillas en la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, casos como éste y como el de Garzón, aun siendo este de distinto calado, dejan ver que hay un problema de fondo, que no es otro que un sistema -el capitalista- que es corrupto y corrompe, que todo lo vende y todo lo compra, porque es un sistema que vive y muere por el dinero y los negocios.

Aunque es cierto que Ábalos no está siendo investigado en la causa, no es menos cierto que fue el responsable de colocar a Koldo en los ministerios y políticamente es responsable de, “presuntamente” no enterarse de nada. Que se aferre a su condición de diputado tiene su lógica interna, el aforamiento. Si perdiera su condición de diputado, ya no tendría blindaje judicial ante posibles investigaciones ya que el art. 71.2 de la Constitución española expresa: “Durante el periodo de su mandato los Diputados y Senadores gozarán asimismo de inmunidad y sólo podrán ser detenidos en caso de flagrante delito. No podrán ser inculpados ni procesados sin la previa autorización de la Cámara respectiva”

Como se puede comprobar, muy lejos la Constitución del Estado capitalista que tenemos actualmente de la primera revolución obrera que organizó la Comuna de París, en 1871, considerada el primer estado obrero, formada por consejeros elegidos en cada distrito de la ciudad, los cuales eran responsables y revocables en todo momento. Lo mismo se decretó para todo funcionario de las distintas Administraciones y cargos públicos, que debían ser desempeñados con salarios de obreros.

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