El compañero Marcos, de Barcelona, lleva más de 20 días en huelga de hambre porque Telefónica se niega a readmitirlo, a pesar de que la primera sentencia se declaró nula y la segunda despido improcedente.
Aún así la multinacional Telefónica se niega a reconocer su error y a restituir al compañero Marcos a su puesto de trabajo. A pesar de ser una injusticia la postura intransigente de la empresa en su negativa, mayor es el delito de que algunos dirigentes sindicales no están siendo muy diligentes en exigir a la empresa el reingreso de Marcos.
Pero si consentimos un despido improcedente por baja justificada, en cualquier momento, la china nos puede tocar a cualquiera de nosotrxs.