Desde nuestra visión de clase trabajadora que lucha por una sociedad fraternal e igualitaria donde los medios de producción estén en manos de los trabajadores y no en manos de los parásitos de los consejeros delegados, nuestra apuesta sindical es la unidad de todos los trabajadores bajo reivindicaciones que nos unan y que luchemos por ellas. Basta ya de las varitas mágicas y de las soluciones infalibles de unas u otras fuerzas sindicales. Cada trabajador es libre por supuesto de militar en una u otra fuerza sindical, pero tenemos que buscar esas reivindicaciones comunes que nos unan y que nos hagan defender y exigir nuestros derechos, desde abajo y con los de abajo y nuestros representantes sindicales elegidos tienen que ser nuestros portavoces y no decidir por nosotros.
¡Trabajadores del mundo uníos!