El lunes 30 se hizo toda una parafernalia, con príncipe incluido, alabando la alta tecnología del A400M, en la entrega del primer avión de los 174 que se han vendido. Todos han destacado el empleo para 30 años que se garantiza y de como esta empresa no tiene crisis. La cruz está en los millones de euros que va a ganar la patronal a costa de la explotación de los miles de trabajadores en precario que fabrican el avión.
En una cosa tienen razón: cuando el Estado organiza, planifica para producir algo, se pueden conseguir grandes éxitos. El problema es que el Estado planifica al servicio de la patronal y sus beneficios y no al servicio de los trabajadores y de la sociedad.