Este pasado lunes fue interceptado un grupo de migrantes en las costas del Mediterráneo por las autoridades italianas con la finalidad de llevarlos a Albania, donde el gobierno de Meloni ha ordenado construir centros de internamiento para inmigrantes.
Matteo Piantedosi, el ministro de Interior italiano, también se pronunció al respecto y dijo que el traslado de inmigrantes procedentes del norte de África comenzaría lo antes posible y que Europa tiene entre sus tareas pendientes la de reforzar el sistema de deportaciones.
Es del todo terrible para la clase obrera verse en esta tesitura, donde son utilizados como mercancía a merced de las grandes empresas cuando necesitan mano de obra y explotados para enriquecerse. Mientras tanto, distintas formaciones políticas de extrema derecha no dudan en intoxicar a la clase obrera con racismo y xenofobia para dividir a los trabajadores ya que la burguesía sabe muy bien que la unión hace la fuerza.
Cuando la inmensa mayoría de la clase trabajadora asimile que los enemigos son de clase y no el obrero que pone en riesgo su vida, temblarán. Ya lo dijo Marx hace dos siglos: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”