Dos fondos de inversión privados, Blackstone e Hipoges, con un largo historial de especulación inmobiliaria se hacen cargo del patrimonio público de la Sareb. El gobierno lo hizo oficial el 11 de abril.
Esta operación es una nueva estafa al patrimonio público en beneficio de manos privadas. Ya la Sareb la creó Luis de Guindos en 2012 para rescatar cientos de miles de activos inmobiliarios de los bancos quebrados por la crisis.
Ahora todo ese patrimonio que hemos pagado todos, se venderá a los fondos de inversión. Las deudas del capitalismo se «socializan», pero los beneficios se quedan en manos privadas. Que no nos engañen, el gobierno «más progresista de la historia» sigue la misma receta que siguió el PP en 2008: la defensa de los beneficios de los grandes grupos capitalistas.
¡Basta ya de privatización de lo público! Necesitamos vivienda pública, que sea un derecho y no un negocio. Con alquileres e hipotecas a bajo precio. ¡Controladas por la clase trabajadora y la sociedad, no por fondos privados!