Hace unas semanas hubo unas multitudinarias protestas de los trabajadores del metal en Cádiz que estaban en huelga por la mejora de su convenio. Para reprimirlas el gobierno envió, como todos recordamos, un importante contingente antidisturbios y hasta una tanqueta.
No contentos con eso, el pasado jueves fueron detenidos 5 participantes de aquellas manifestaciones a los que se acusa de desobediencia, lesiones, atentado y varios delitos más. Se les podría haber citado ante el juez, pero se ha preferido arrestarlos en una acción de castigo ejemplar para el resto de trabajadores. Se ha elegido a dedo a estas 5 personas, filtrándose a la prensa que dos tenían antecedentes penales para desacreditar la lucha de miles de familias.
Y es que el objetivo de estas detenciones no es otro que desincentivar más movilizaciones obreras como esta en un contexto de crisis económica y social. La huelga del metal en Cádiz ha sido un ejemplo de lucha para toda la clase trabajadora, el gobierno y los empresarios lo saben y temen que se siga el ejemplo.
Y es que dentro del capitalismo la función del Estado no es otra que defender los intereses de la patronal, ¡gobierne quien gobierne! La clase obrera con su lucha es la única que puede conseguir cambiar esta sociedad. Si ganamos conciencia de esto, prepararemos las victorias futuras.
¡Toda nuestra solidaridad con los represaliados de la lucha del metal!