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¡QUE NO TE ENGAÑEN! ¡LA “NUEVA” REFORMA LABORAL ES UNA CLAUDICACIÓN ANTE LA PATRONAL!

¡NO A LA RESIGNACIÓN, NO AL MIEDO, NO AL CHANTAJE!
¡SÍ A LA LUCHA OBRERA!

El “gobierno de progreso” no ha cumplido. La “derogación” de la Reforma laboral de Rajoy, una de sus promesas estrellas, no ha quedado más que en una leve modificación, por más que presenten el acuerdo a bombo y platillo, pues ha dejado intactos los artículos más lesivos contra los trabajadores.
En realidad, aunque haya personas que se consuelen diciendo que más vale poco que nada o que dadas las circunstancias, no se podía hacer otra cosa, el hecho es que el “brillante” acuerdo mantiene el eje central que la patronal utiliza para precarizar: los despidos, tanto individuales como colectivos, que seguirán siendo libres, sin siquiera aumentar la cuantía de la indemnización y también seguirá la posibilidad de contratar temporalmente, por horas o jornadas. El acuerdo recién firmado prácticamente se limita a eliminar el contrato por obras y servicios.
En las subcontratas el convenio vigente será el del sector, pero si tienen convenio de empresa se le podrá mantener las condiciones salariales precarias. Las ETTs seguirán campando por doquier y para colmo se crea un mecanismo, llamado RED (de flexibilización y estabilización) para las empresas cuando entren en crisis, por el cual los trabajadores se podrán acoger a una prestación del Estado o a una reducción de jornada. Es decir, con dinero público y no con los beneficios empresariales obtenidos, se pagarán los salarios a los trabajadores y como siempre, las empresas obtendrán ayudas, subvenciones, exenciones de impuestos y cotizaciones…
En cuanto a la negociación colectiva, eliminando la ultractividad de los convenios, permanece la prioridad aplicativa del convenio de empresa sobre el sectorial, salvo en los salarios. Y para terminar el desaguisado no se recuperan los salarios de tramitación.
La Reforma laboral de Yolanda Díaz ahora a finales de mes debe ser refrendado en el Parlamento; es por ello que se está ensalzando en los medios afines al gobierno, hasta rozar el bochorno, elogios que no se corresponde a la realidad por mucho que sea el primer acuerdo de gobierno con patronal y sindicatos desde 1982. Lo que se está ofreciendo a los trabajadores son migajas, es resignación, es el gobierno del miedo porque no cesan de repetirnos que sin ellos todo irá peor con la derecha.
El miedo nunca fue buen consejero y no hace que este acuerdo deje de ser lo que es: humo. Por eso es tan necesario recuperar las luchas en las calles, mostrar el rechazo abiertamente a una reforma que solo está pidiendo a los trabajadores que se resignen, de lo contrario –dice el gobierno y sus voceros- la patronal va a salirse del acuerdo. Pero esto es un enfoque equivocado: a la patronal hay que echarla del acuerdo y hacer ver a los “interlocutores sociales” que no se puede seguir aceptando migajas y que esta Reforma sigue siendo una carta en blanco para la patronal: en lugar de abusar del contrato de obras y servicios, se acogerán a cualquier otro contrato o figura legislativa. “Quien haga fracasar la reforma tendrá que explicárselo a los trabajadores” ha dicho la ministra Yolanda Díaz. Ni siquiera pasa por su cabeza que sean los propios trabajadores los que la rechacen, ¡como si fuera una victoria!
Pero los trabajadores tienen voz propia y en Cádiz los trabajadores del metal la han levantado, no se han resignado y han luchado por mejorar su Convenio y sus vidas; este sábado han vuelto a las calles para denunciar la represión policial sufrida y denunciarla ante la opinión pública.
No hay otro camino: para atajar la temporalidad y la precariedad no valen las reformas “desde arriba” sino un plan de luchas coordinadas por todas partes, basado en asambleas participativas y decisorias de los trabajadores en todos los centros de trabajo. La historia ya lo ha demostrado un sinfín de veces: las reformas, la legislación laboral, en definitiva, todas las leyes en su conjunto, son el resultado de la lucha de clases. ¡Que no te engañen! ¡Levanta tu voz!