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… Y Coca-Cola… ¡tampoco se cierra!

El despido de cerca de 1250 trabajadores y cierre de cuatro plantas de la compañía Coca-cola en España es la repuesta del capitalismo salvaje a la clase trabajadora. Se esgrime como causa la reestructuración necesaria para minimizar costes y aumentar la eficiencia, en una palabra, los beneficios. Beneficios que se quieren conseguir a costa de eliminar sueldos y enviar más gente al paro. Coca-cola ha realizado inversiones millonarias en plantas de México o China, además de poner a la última su tecnología. Con beneficios en aumento, con un resultado en 2012 de cincuenta millones de euros y un beneficio en 2013 de 60 millones, la rentabilidad no es el problema.

¿Nadie ve la lógica? Es el capitalismo, con gobiernos que defienden sus perversas prácticas, con sindicatos que aceptan y firman dócilmente despidos y ERE’s. En el caso de Coca-cola se va a abrir un periodo de consultas que se prolongará hasta el 21 de Febrero. También aseguran que podrán recolocar a unas 500 personas en otros centros.

Lo que sigue es bien conocido, menos personal que trabajará más por menos dinero, con la amenaza de nuevos ajustes y despidos.

Basta de hipocresía. Los sindicatos deberían oponerse sin dilaciones y movilizar a la clase trabajadora. Esta debe estar más unida que nunca, organizar la oposición a estos ataques desde una perspectiva de clase, pues los trabajadores somos el verdadero motor de la economía. Somos nosotros los únicos que podemos detener esta locura. Debemos obligar a estas empresas a abrir realmente sus contabilidades y que seamos los propios trabajadores los que controlemos su funcionamiento.