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Volkswagen: el diésel era demasiado limpio

El 22 de septiembre, el fabricante de automóviles Volkswagen admitía haber equipado parte de sus vehículos diésel de dispositivos que falseaban el resultado de pruebas anti polución, en Estados Unidos.

El fraude comenzaría en 2009, con un software programado para activar un mecanismo interno que limitaba la emisión de gases tóxicos cuando el vehículo era sometido a una prueba, y que se desactivaba al finalizar la misma. Con esta trampa se ha evitado que se detecten vehículos que emiten 40 veces más que lo legal.

No se trata solamente del parque de coches diésel en EEUU. El fabricante equipó 11 millones de coches con tal dispositivo. La dirección de la compañía promovía su “Clean Diesel” a toda publicidad, pero una vez detectado el fraude pide disculpas y sustituye a altos directivos. Tuvo que parar la venta de vehículos diésel en EEUU y repatriar 500 000 de ellos.

Los expertos del sector automóvil estiman que el sistema usado, siendo además fácil de instalar, es algo que probablemente otras empresas han utilizado. No es nada nuevo. Hay que recordar que en 2014 Hyundai y Kia fueron condenados por sub estimar el consumo de sus vehículos. Hace poco, General Motors también fue acusado de disimular un defecto mecánico que constituía un potencial peligro mortal en sus vehículos.

Como en los otros sectores industriales, no es la salud o seguridad del usuario o la preservación de la atmósfera el objetivo, únicamente conseguir beneficios. Beneficios ganados explotando a los obreros y timando a los consumidores, con la complicidad de los gobiernos.