Las tormentas más violentas que se registran desde hace años, han dejado una verdadera catástrofe para las zonas de la península donde la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha sido más virulenta. Hasta ahora la Comunidad valenciana ha recibido los mayores daños con 62 muertos. Son las peores inundaciones desde hace 75 años en Valencia. Pero este desastre natural se ha llevado 70 vidas humanas, al momento que esto escribimos, que hubieran podido salvarse si los responsables políticos de la zona y las empresas hubieran tomado en serio las predicciones de la AEMET.
Miles personas han ido a trabajar obligados por sus empresas. Las autoridades y organismos competentes, no declararon el peligro a tiempo cuando desde hacía días la AEMT había declarado el 26, 27 y 28 de este mes del peligro que se avecinaba. Sin embargo la eliminación de la Unidad Valenciana de Emergencias en 2023 de la Generalitat valenciana por el actual gobierno del PP y Vox y la no activación de los protocolos de Víctimas Múltiples hasta el mismo día de la catástrofe meteorológica aumentaron la catástrofe. No fue hasta las 20:12 horas del martes que el gobierno valenciano no activó las alertas cuando ya miles de personas estaban atrapadas en la catástrofe.
A esto se le añade el que miles de trabajadores se quedaron atrapados en sus lugares de trabajo y en los polígonos industriales. Los empresarios, -Mercadona, Ikea, etc.-, no hicieron caso a los avisos que por ley tendrían obligación -ley de previsión y riesgos laborales- y obligaron a los trabajadores a desplazarse. En Bonaire un centro comercial de Valencia, una trabajadora decía por las redes sociales: “estamos atrapados en el Bonaire cientos de trabajadores. No nos han dejado irnos nuestros superiores, tampoco tenemos comida, ni un sitio para sentarnos porque Cinesa no se hace responsables…” Esto es simplemente terrorismo patronal para obtener la sumisión y sus buenos beneficios a costa de los trabajadores y trabajadoras.