La historia vuelve a demostrar que en momentos de crisis y cuando las contradicciones de clase se agudizan, las diferencias se hacen más notorias y más visibles a ojos de todos. En estos días, los trabajadores vemos como el único apoyo o muestra de solidaridad solo sale de nuestros iguales.
Ha surgido de un grupo de trabajadoras y trabajadores de TUSSAM la idea de recaudar fondos y la fabricación de mascarillas y material EPI para ser donados en centros de mayores o necesitados por la pandemia del COVID 19. Por otro lado, han tenido que ser de nuevo los trabajadores y trabajadoras los que han puesto altruistamente las máquinas de café que se han repartido por la estancia de la toma de servicios y en varios puntos de relevo de la ciudad.
De la dirección de la empresa lo que hemos recibido es un ERTE, que nos estén modificando el calendario laboral cuando les da la gana, y ahora, por último, nos vienen con que no hay guantes de la talla L porque hacemos un mal uso de ellos y porque salen muy caros en el mercado.
O sea, una dirección empeñada en obstaculizar la labor de los trabajadores del transporte público.