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TRUMP OTRO PRESIDENTE DEL GRAN CAPITAL

Donald Trump inicia su segundo mandato al frente de la Casa Blanca (no consecutivo). Para los demócratas, llega poco menos que el anti-Cristo. Para sus votantes, Trump va a hacer milagros, como acabar con las guerras, pero ya amenaza con nuevas guerras.

Los demócratas, con su apoyo incondicional a Israel en la guerra de Gaza, no son mucho mejores. Las grandes corporaciones, de armamento o tecnológicas, saben que sus intereses van a ser defendidos con los dos partidos. La cara visible de este apoyo son los Musk, Zuckerberg o Bezos.

Lo que a Trump se le da bien es crear distracciones (inmigrantes, China, etc.) enfrentando a los trabajadores y escondiendo las responsabilidades de estas grandes corporaciones.

Lo último: aunque Tik Tok iba a prohibirse en EEUU, Trump ha parado el proceso. Algo ha tenido que ver Jeff Yass, millonario estadounidense accionista de Tik Tok, también de la red social de Trump, TruthSocial (que le ha reportado 2.000 millones) y accionista de su campaña.

Ante esta ralea de multimillonarios, cada vez imbricada más directamente con el poder político, la clase obrera solo puede oponerse a todos ellos y defender su propio programa con su propio partido, que pueda prepararla para tomar algún día el control de la sociedad.