El seísmo ocurrido el pasado viernes día 8 en Marruecos arroja escalofriantes cifras de muertos y heridos y a medida que avanzan las labores de rescate estas cifras podrían aumentar. El terremoto se ha clasificado en la escala 7 de Richter, considerado el peor en su historia.
La población marroquí, en gran parte, vive en edificios cuya base sigue siendo el ladrillo de adobe (mezcla de arcilla, estiércol y paja), y que sin duda ha contribuido a que la cifra de afectados sea tan elevada. También la ausencia de un plan de actuación ante desastres del gobierno de Marruecos.
Mientras la población sufre las consecuencias de la inacción de su propio gobierno, el dictador Mohamed VI vive en la opulencia; su fortuna se estima en más de 5.000 millones de euros mientras la mayoría de la población lleva décadas viviendo en la pobreza, sin apenas servicios públicos, con el paro y los bajos salarios para hacer frente al elevado precio de los productos básicos.
¡Toda nuestra solidaridad con el pueblo marroquí que deberá un día u otro luchar para cambiar su suerte!
