Por un lado, ocultando y manipulando información. Haciendo caso omiso de las recomendaciones de las autoridades laborales. Por otro tomando medidas que perjudican, aún más, las condiciones laborales.
El incumplimiento sistemático de las medidas preventivas y de seguridad es una constante, poniendo en riesgo a la plantilla. La empresa se niega a paralizar la actividad laboral, a pesar de todo.
La plantilla de trabajadores exigía el uso de guantes y mascarillas, puesto que la distancia de seguridad no se mantiene. Ante esto, la empresa se exculpa explicando que dicho material estaba confiscado por la policía…
Curiosamente, tras inspecciones y desalojos, la mercancía aparecía y finalmente pudo repartirse. A pesar de llevar interpuestas varias denuncias en distintas provincias por el sindicato CGT, la empresa sigue actuando como si nada.
¡Esto solo podemos pararlo los currantes!
Las inspecciones se limitan a levantar recomendaciones La única manera de parar esta situación es ¡Todos en casa!