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Reino Unido: ¿Trabajo, derechos, nacionalizaciones? ¡No habrá «entrega» sin lucha!

Sólo para asegurarse de que nadie tiene grandes esperanzas de que el nuevo gobierno laborista vaya a arreglar nada en este sistema roto, la Canciller Rachel Reeves ha explicado que ha heredado «el peor conjunto de circunstancias desde la segunda guerra mundial». El anterior Canciller, Jeremy Hunt, dijo que esto era «una absoluta tontería», cuando fue entrevistado justo después de ella por Laura Kuenssberg el domingo. Dijo que esto era sólo el preludio de su justificación de una subida de impuestos más adelante. Hunt tiene razón en que es un disparate. Pero sólo está interesado en jugar a este infantil juego de ping-pong entre partidos sobre quién baja los impuestos y quién no, ¡como si ese fuera el verdadero problema!

De todos modos, no hace falta decir que el aumento de los impuestos sería, en este sistema político, obligatorio si un gobierno quiere mantener (o restaurar en este caso) los servicios públicos. Pero Reeves definitivamente va a utilizar su comparación con la Segunda Guerra Mundial como su gran excusa para seguir siendo «fiscalmente conservadora». Por eso, Hunt debería alabarla. Reeves está diciendo a la clase trabajadora que la despensa está vacía y que ni siquiera se puede derogar el límite de dos hijos para las prestaciones familiares(1). La cual, como muchas otras «reformas» que los votantes laboristas esperaban, estuvo llamativamente ausente de la lista de 40 proyectos de ley anunciados en el Discurso del Rey. Sí, en un momento en el que la pobreza infantil está en máximos históricos, afectando a 4,3 millones, ¡el 30% de todos los niños británicos!

¡Por fin tienen con quien hablar!

A diferencia de Rachel Reeves y sus «finanzas públicas», la clase trabajadora, por otro lado, ha estado experimentando realmente un «peor conjunto de circunstancias». Tal vez no sea comparable a la Segunda Guerra Mundial, pero como dijo la líder del sindicato UNITE, Sharon Graham, antes de las elecciones, los trabajadores lo están pasando realmente mal; están sufriendo, gracias a la rápida caída del nivel de vida desde 2008. Sin embargo, ella, al igual que el líder de los maquinistas Mick Whelan y Mick Lynch del RMT, están tan contentos de estar de vuelta en sus cálidos asientos alrededor de una mesa del gobierno (en realidad una «primera vez» para algunos de ellos) y de que se les conceda el respeto que creen que merecen, por fin, que están diciendo a los trabajadores que representan que hay que «dar una oportunidad» a los laboristas…

Hablando este domingo en el Festival de los Mártires de Tolpuddle, en Dorset, así es como lo expresó Sharon Graham: «No hay duda de que [Gran Bretaña] ha recibido esperanza y la oportunidad de un cambio tangible al elegir un gobierno laborista. Unite ya lo está viendo en nuestras conversaciones iniciales con ministros clave». Sin embargo, había precedido esto con una advertencia a Reeves sobre la urgencia de actuar para aliviar la crisis de la clase trabajadora: «Ahora no es el momento de que el Gobierno se vea encorsetado por unas reglas fiscales hechas por él mismo, que nos dejen totalmente dependientes del crecimiento, que puede que no llegue a tiempo».

Lamentablemente para Graham y el resto de la cúpula sindical, ésta es precisamente la camisa de fuerza en la que la participación en el sistema coloca a estos aspirantes a Atlees y Churchills… El «crecimiento» económico real, no sólo puede llegar tarde, sino que es poco probable que llegue. La economía capitalista está en su fase más podrida, por lo que ni siquiera es posible un auge. Lo mejor que puede ofrecer es un «crecimiento relativo»: ¡menos declive que antes, o una recesión que no sea mucho peor que en otros lugares!

¡Es la lucha de clases la que debe crecer!

Los líderes sindicales que hablaron en Tolpuddle (y también en la Gala de los Mineros de Durham hace poco más de una semana) desafiaron al gobierno laborista a «cumplir», dada su mayoría sin precedentes de 172 escaños en la Cámara de los Comunes. Incluso amenazaron con enfrentarse a Starmer y compañía si no lo hacían. Y señalaron la amenaza de Reforma, recordándoles que los laboristas llegaron al gobierno con un «porcentaje de votos históricamente bajo» del 33,8% (¡añádase la abstención y menos de 1 de cada 5 votó laborista!). Así que dieron sombrías advertencias de que la extrema derecha podría venir marchando, si el Laborismo no suelta lo que la clase obrera necesita y lo que exige… Cuando, de hecho, ¡apenas hay «entregas» en la agenda!

Por supuesto, está el refrito de la nacionalización de los ferrocarriles (poco a poco, durante 5 años – sin garantías de ningún tipo para los trabajadores); el «Nuevo Acuerdo para los Trabajadores» que ni siquiera abolirá los contratos de cero horas (¡!), y que tiene lagunas incorporadas para casi todo (incluyendo el despido y la recontratación) ¡a través de las cuales los jefes pueden escapar! Si hubiera una pizca de sinceridad en esta oferta de acuerdo para la clase trabajadora, los trabajadores del almacén de Amazon en Coventry tendrían hoy su reconocimiento sindical. Pero en lugar de eso, siguen sin ser reconocidos, ¡a pesar de que el 49,5% de ellos votaron a favor la semana pasada!

La dirección del sindicato -toda ella- ya ha demostrado la poca «garra» que tiene cuando se trata de luchar. Lo último que va a hacer frente a los laboristas es generalizar una huelga e ir a por todas, que es la única manera de ganar. Así que si los trabajadores quieren una lucha eficaz, serán ellos quienes tengan que organizarla.

(1): En Reino Unido, desde el gobierno conservador de David Cameron en 2015 se aprobó un límite para recibir ayudas por hijos a cargo para familias con bajos ingresos. Este límite se estableció en dos hijos, es decir, a partir del tercer hijo la ayuda no aumentará.

22-07-2024. Traducido de Workers-Fight.org

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